Disfruta de tu escapada a Santa Eulalia (Ibiza)

Santa Eulalia (o Santa Eulària des Riu) tiene ese punto reposado que te deja respirar sin renunciar a un planazo cada día. Paseos junto al mar, calas para zambullirse sin prisa, mercadillos con alma y un interior salpicado de pinos. Aquí va una guía breve, cercana y muy útil para que exprimas tu escapada.

Qué ver en el centro: paseo marítimo y Puig de Missa

Empieza por el paseo marítimo y el puerto deportivo: terrazas luminosas, barquitas balanceándose y ese olor a sal que lo arregla todo. Después, sube al Puig de Missa, la iglesia-fortaleza encaramada sobre el pueblo. La vista de 360º merece el esfuerzo (y de paso entiendes por qué aquí se vivía mirando al mar).

Puig de Missa

Playas para todos: del centro a las calas

En el municipio tienes arenales muy cómodos y, a pocos minutos, calas que parecen piscinas naturales. Cala Llonga es amplia, de aguas claras y poco profundas, ideal si buscas tranquilidad o viajas con peques; además, está bien conectada por carretera y transporte público. Si madrugas, pillas hamaca en primera línea y un amanecer de postal.

Aventura en el mar: kayak y buceo

¿Te apetece acción? Santa Eulalia es una base estupenda para practicar kayak y submarinismo. Una ruta muy top rodea el islote de Tagomago: acantilados, calas vírgenes y 12 km largos de remar con el azul como compañero. Bajo el agua, hay inmersiones para todos los niveles con fondos rocosos, praderas de posidonia y bancos de peces juguetones.

Dónde alojarse (y por qué elegir Cala Llonga)

Si buscas calma sin aislarte, Cala Llonga es una apuesta segura: ambiente relajado, servicios a mano y buena playa. En la zona tienes hoteles enfocados a familias y parejas que priorizan el descanso. Por ejemplo, Hotel El Pinar ofrece estudios y apartamentos con cocina, piscina con solárium entre pinos, zona infantil y un restaurante con terraza mirando al mar; está a pocos kilómetros del centro de Santa Eulalia y funciona como base práctica para moverte por la isla.

Cala Llonga en Ibiza

Mercadillos y planes cercanos

A tiro de bus o coche tienes dos clásicos: el Hippy Market Punta Arabí en Es Canar (los miércoles de primavera a otoño) y Las Dalias en San Carlos (sábados todo el año, con ediciones de tarde-noche en verano). Artesanía, música en directo y ese ambiente bohemio que define la otra cara de Ibiza.

Cómo llegar y moverte

Vuelas al Aeropuerto de Ibiza (IBZ) y, desde allí, puedes ir en taxi o coche de alquiler. En verano funciona la Línea 24 de bus directo hasta Santa Eulalia (también enlaza con Es Canar y Cala Nova), una opción sencilla y económica si viajas ligero. Otra idea redonda: moverte por mar. Desde el puerto de Santa Eulalia y calas cercanas salen ferries a Formentera y conexiones costeras que evitan el tráfico y te regalan vistas de cine.

Rutas de un día desde Santa Eulalia

Más allá de la toalla, tienes excursiones con las que poder disfrutar:

  • Dalt Vila (Ibiza ciudad), murallas y callejuelas empedradas con historia y puestas de sol que se quedan en la retina.
  • San Carlos y su campiña, perfecto para un almuerzo tranquilo y visita a mercadillos.
  • Formentera, que parece un filtro “caribe” pero sin trampa: playas lechosas y faros fotogénicos a menos de una hora en barco desde la zona.

Consejos prácticos para saborear la estancia

Lleva calzado cómodo para subir al Puig y recorrer el paseo; una sudadera fina para atardeceres ventosos; y, si te animas con el kayak, reserva con antelación en julio y agosto. En los mercadillos, ve temprano o a última hora para esquivar la marea de gente… y déjate tentar por algún puesto de cuero o cerámica: pequeñas compras que se convierten en recuerdos.

Santa Eulalia combina serenidad, buen comer y planes al aire libre. Puedes pasar del chapuzón a la ruta en kayak, del mercadillo a una cena mirando al puerto, y dormir plácidamente en una zona tranquila como Cala Llonga. Un equilibrio que, cuando lo pruebas, engancha.

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